El culpable es, básicamente, uno: Txiki. Su actuación este año es inversamente proporcional a la de Guardiola. El de Santpedor ha pacificado el club, salvado de la hoguera a Laporta y sus adlateres y, por encima de todo, coronado con el triplete al mejor equipo de la historia del Barça y, quien sabe, si de la del fútbol. Mientras el secretario técnico, todo el año de vacaciones.
Los puntos flacos de la plantilla se han puesto de relevancia a lo
largo de la temporada: escaso número de efectivos, recambios con un protagonismo decreciente y el mister haciendo encaje de bolillos en los partidos clave. No hacen falta titulares. A lo sumo, un par (lateral izquierdo y extremo izquierdo). De lo que se trata es de completar la plantilla. Este año nos esperan más competiciones y, probablemente -es una cuestión estadística- más lesiones (salvo Iniesta y Marquez, pudimos esquivarlas). Hace falta una plantilla más extensa, una vez constatada la inutilidad, por un motivo u otro, de Gudjohnsen, Hleb, Caceres y Milito.Los conflictos, ya vienen del año pasado: Pep no quería a Eto y, pese a ello, lo ha manejado con eficacia. El camerunés ha respondido, picado en su orgullo, como el mejor delantero goleador del mundo. A estas alturas el tema debería estar resuelto. O renovado o traspasado. Ni una cosa ni la otra.
¿Y el recambio? Grotesco. Primero Ibrahimovic. Después Villa. Ahora, a reactivar la opción Forlan. Al final acabaremos fichando al uruguayo -con 32 años- por el mismo precio que el Madrid a Benzema -con 21-. Ya, pero es que a Txiki no le convence...
Los deseos del entrenador (!Ribery!) eran conocidos. El jugador, coincidiendo con la eliminatoria de Champions, hizo todo lo posible para que al Bayern le quedara clara su voluntad. El club se vanaglorió de su exquisita relación con los bávaros, de la identificación del jugador con el modelo Barça, de la amistad con la familia Abidal y no sé cuantas tonterias más. ¿Y donde estamos?
Con el jugador proclamando que quiere ir al Madrid y nosotros pensando en Robinho, Mata o Arshavin -aquel que no supimos fichar por caro y que acabó en el Arsenal a precio de saldo-.
Y de los suplentes, ¿qué? Pues más de lo mismo. Por un lateral desechado por la cantera merengue (Filipe Luis o Luis Filipe, que alguien se aclare de una vez) nos piden más que al Madrid por un central internacional.
Y por Mascherano, ¿qué ofrecemos? !20 millones de euros! ¿Pero sabemos de que va esto? El Liverpool no acepta 40 por Xabi Alonso y pretendemos que acepte la mitad por un jugador con mucho más peso específico que el sobrevalorado -por la prensa de Madrid- presunto organizador vasco...
Y mejor no hablar de las salidas. La incapacidad para traspasar a cualquier jugador es insuperable. Acabaremos teniendo que pagarles parte del sueldo para que se marchen.
Por todo lo anterior, Txiki dimisión. Pero, por favor, no lo despidan, que encima habrá que pagarle indemnización... o mejor sí, despidanlo antes de renovarlo por dos años como pretende el incontinente Laporta, siguiendo los consejos del oráculo Cruyff... TRI-HARTO de TXIKI-LAPORTA-JOHAN!

