domingo, 17 de enero de 2010

¿Y EL RETROVISOR?

El tiempo pone las cosas en su sitio. Hace unas semanas, cuando el Madrid alcanzó el liderato de forma efímera -le bastó llegar al Camp Nou y perder, el día que, según ellos, salieron reforzados-, Casillas dijo aquello de ver al Barça por el retrovisor.

Hace una semana, tras el empate ante el Villarreal y, más aun, tras la derrota en la ida de la Copa con una alineación poco habitual y el arbitraje manifiestamente malintencionado de Pérez Burrull, el tema de moda era el cambio de ciclo.

Tras el citado empate y con toda la prensa nacional jaleando el asalto al liderato por parte de los merengues, estos fueron incapaces de marcar un miserable gol a un combativo -pero inofensivo en ataque- Osasuna.

Para despistar, se desvió la atención hacia la Copa, esa competición que los blancos abandonaron prematuramente -o no, era una táctica intencionada para dosificar esfuerzos-, donde se celebró a lo grande la derrota culé en la ida. Por primera vez en mucho tiempo el Barça fue el primer titular en el área de deportes de los noticiarios de las cadenas nacionales. Que alborozo.

Llegó el pasado fin de semana y el Madrid, jugando antes, derrotó épicamente al Mallorca y conquistó, de forma otra vez breve, la primera posición. Cuantas esperanzas depósitadas en el Tenerife para nada. Tras soñar durante el primer cuarto de hora ante el absentismo azulgrana, el rodillo pasó por encima. Pese a ello, florecieron las críticas: un equipo como el Barça no puede salir sin tensión, una empanada como esa sería definitiva frente a un gran equipo, bla, bla, bla.

Llegó la vuelta de la Copa y tras el desgaste de la primera mitad, reapareció el furibundo campeón. Solo Palop, la falta de puntería y un punto de mala suerte impidieron la victoria. El Barça mereció pasar pero los mismos de siempre celebraron el fin de la era de Guardiola, hablaron del campeón de rodillas, recuperaron el cambio de ciclo y añadieron el tema de la renovación de Pep a la carpeta de la desestabilización, a ver si cuela.

Y cuando esperaban meter más presión, dando por descontado su triunfo en San Mamés y soñando con otra machada de Navas y Capel, va y se estrellan otra vez.

El Madrid volvió a ser incapaz de marcar en un desplazamiento. Nada de nada. Ahora resulta que el hecho que el rival juegue a la defensiva, destruyendo como única táctica, con dureza y provocación, es deleznable. Que el portero contrario lo pare todo, una especie de desgracia divina. Parece que faltaban Higuain y Van der Vaart. Claro. Lo del madridismo oficial es simplemente delirante. Venden las victorias antes de jugar, descalifican a los rivales con desprecio, atribuyen sus derrotas a conjuras judeomasónicas -esto entronca con su ADN-, justifican con ausencias de secundarios los ridículos de sus estrellas, elenco de inadaptados más pendientes de fotografiarse en calzoncillos enseñando musculitos que de marcar goles (por cierto, ¿cuando dimite el equipo periodístico de Marca, empeñado en demostrar, con extrañas peripecias pseudomatemáticas que CR9 es mejor que Messi?)...

Y va el Barça y golea de nuevo. A pesar de que Palop -¿por que no lo fichamos de segundo portero?- volvió a pararlo casi todo -como Gorka, por cierto, a uno lo jalean por el partido de Copa, al otro lo maldicen, este es el prisma capitalino-. Y Messi batiendo records y encaramado en lo más alto del Pichichi. +5.

Pero no nos preocupemos. Seguirán aprovechando cualquier punto débil del Barça para intentar desequilibrar al equipo. La renovación de Guardiola, las elecciones, la carrera política de Laporta, el Villarato, Chygrynskyi, la falta de puntería de Ibra, el futuro de Henry... Cualquier tema servirá para ver si de una vez el equipo más grande de la historia deja de ganar.

Bien hariamos desde el Barça y su entorno de evitar darles carnaza. Está claro que de Laporta no podemos esperar nada bueno. Entre la presión a Pep para que renueve y así poder presentarlo como baza electoral y su peculiar carrera política, caracterizada por el populismo y el personalismo egocéntrico, todo ello sazonado por los rumores a su vida sentimental -Tiger Woods es un aprendiz a su lado-, el presidente dará sobrados motivos para ser protagonista. Quizá mejor. Teniendo en cuenta que es un personaje ya descontado para el Barça, si acabara centrando la atención y permitiendo al equipo vivir tranquilo, aun nos iría mejor.

Y mientras, en Madrid, buscando por el retrovisor... que viene el Valencia!

viernes, 15 de enero de 2010

4 reflexiones cortas antes de bailar sevillanas otra vez

La eliminación (con empate global, pero derrota al fin y al cabo) ya ha sido ampliamente comentada. Tenía que llegar, los jugadores descansarán más, una derrota dulce (¡!), mucho o demasiado tiempo para hablar de elecciones, un problema de motivación para los suplentes, etc.

Creo que es bueno comentar alguna cosa más:

- Iniesta is back!!! Después de muchos partidos incompletos, el partido de Sevilla fue el primero en que se vieron 70 minutos de ese jugador con velocidad, desborde, y xut escarranzit (suerte que toda la fuerza que tenia la guardó para Stanford Bridge)

- Por el contrario, Pique, que ha estado inconmensurable los últimos 12 meses, ha parecido entrar en una etapa de dudas, con graves imprecisiones con la pelota, más lento de lo habitual y con menos visión de la jugada. Baja forma temporal?

- Bojan si, Bojan no? Después de que otros bloggeros dejaran a caer de un burro a Bojan, nos sorprende con un gran partido en Tenerife, y luego 10 minutos desaparecido en Sevilla. ¿Lo veremos mañana?

- Que comió Henry el miércoles? Estuvo extraordinario hasta que, una vez más, perdió la cabeza e hizo una entrada de tarjeta naranja y que permitió al Sevilla perder un par de minutos en el tiempo extra. No era el jugador sibarita, inteligente, reflexivo? Que manera de estropear una actuación soberbia!!

Y mañana, más sevillanas. Sin dudas, sin palos, sin Palops afortunados, un buen partido con victoria clara.

miércoles, 6 de enero de 2010

CARBON PARA PEREZ BURRULL

En la noche mágica de Reyes, la ida de la Copa de otro rey -este minúsculas- ha estado marcada por la actuación de este colegiado que, de forma recurrente, se cruza en el horizonte culé para, con independencia de la situación en que nos encontremos, perpretar una de sus actuaciones manifiestamente intencionadas, con el único e inequívoco objetivo de perjudicar al Barça.

Este personaje no forma parte del colectivo de malos árbitros que pululan por los campos -esos a los que Xavi, acertadamente, despreciaba resumiendo que, simplemente, no saben qué es el fútbol-. Pérez Burrull -quien prefiere que se pronuncie Burrul- forma parte de esa mítica estirpe de personajes chulescos, adalides del madridismo, antibarcelonistas galopantes, siempre dispuestos a armarla, siempre listos para provocar, siempre hábiles para aplicar criterios dispares con los que desquiciar a cualquiera. Es el heredero de personajes como Diaz Vega o Guruceta, lo que le valdrá el unánime jaleo de los mismos ¿periodistas? que se inventaron el “Villarato”.

Basta recordar que este individuo es el que celebró conjuntamente con el madridismo el famoso partido del pasillo culé hace dos temporadas, saludando efusivamente antes y después del partido a los jugadores merengues, regalándoles un penalty, tarjeteando hasta la expulsión a los culés y añadiendo tiempo extra a ver si alcanzaban la manita.

Por si alguien tiene dudas, rememoremos el Madrid – Osasuna de la temporada pasada, con victoria mínima de los suyos, omitiendo dos clamorosos penalties sobre Juanfran, al que expulsó por simulación y del que se rió, en su cara, diciéndole “a ver si aprendes a tirarte”. No creo en la casualidad a la hora de las designaciones, más teniendo en cuenta que el Director Técnico del Colegio de Arbitros es... Diaz Vega. Cuanto escuece el 2-6, el Barça de las 6 Copas y demás triunfos incomparables del Barça.

En el enfrentamiento contra un buen Sevilla, que ha sabido explorar los puntos débiles en la defensa culé con su juego rápido y abriendo a las bandas, frente a un rival anormalmente desorganizado, muy posiblemente a causa de las rotaciones y condicionado por la necesidad de sacar un buen resultado, las decisiones de este personaje han condicionado definitivamente el resultado. En la primera parte ha tolerado las faltas reiteradas de jugadores sevillistas sin mostrarles la amarilla que posteriormente ha ido enseñando con celo exquisito a los blaugrana y ha penalizado con fuera de juego inexistente una ocasión clara de gol de Bojan. En la segunda se ha desmelenado, alcanzando su climax con la anulación todavía inexplicable del gol de Bojan con colaboración de Ibra que hubiese supuesto el empate, ha visto con indudable -para él- claridad la continuidad fuera-dentro del agarrón de Chygrynskyi a Capel que propicia el penalty decisivo, ha captado con precisión milimétrica -la que faltó antes- el fuera de juego -existente- de Alves que hubiese supuesto el empate a dos y se ha mostrado diligente hasta la exquisitez en la aplicación estricta del código disciplinario contra el Barça como jamás lo hizo antes.

Dicho todo esto, se merece que los Reyes le traigan carbón, mucho carbón, a este... se aceptan rimas.

domingo, 3 de enero de 2010

ÑBA 2009, EL AÑO DE LOS GASOL


Acabó el 2009 y es hora de hacer balance de la temporada de los representantes españoles en la NBA, sin caer en el tan habitual patriotismo barato que ciega a la mayoría de los analistas.

En primer lugar, es justo reconocer el mérito indudable de Pau Gasol en el anillo de los Lakers, afianzado en su posición de escudero interior del sublime Bryant. Pau ha sabido entender su rol e interpretarlo con eficacia, sin verse afectado por la pérdida de protagonismo respecto a su etapa grizzlie. Solo esto vuelve a demostrar su inteligencia, principal intangible del mayor de los Gasol. Ese que le permite aprovechar las pelotas dobladas por la estrella y jugar sin balón para tomar ventaja. Su premio, el All Star, el anillo y una espectacular renovación.

Solo un pero al respecto: sospechoso el rendimiento en los 3 partidos anteriores a la firma del nuevo acuerdo, superando noche sí, noche también, su tope reboteador. Tras la firma, vuelta a la normalidad (17 ptos, 12 rebotes), que no es poco. En el fondo, lo del contrato es otra muestra de inteligencia..

Y una duda, no tanto individual como colectiva: estos Lakers 09-10 me parecen más inconsistentes que los anteriores. El cambio del siempre conflictivo Artest por el currante Ariza, el desplazamiento de Odom al banquillo y la decadencia de Fisher, junto con un banco justito -salvo por Odom y, a veces, Brown- estan exigiendo más de la cuenta al maltrecho Bryant, obligado a ejercer de Jordan -por lo de los tiros ganadores de último segundo- con demasiada frecuencia. Quizá en el Oeste no encuentren un rival de suficiente envergadura, pero veo al equipo un escalón por debajo de Celtics o Cavs.


En segundo lugar, chapeau para Marc Gasol. Brillante adaptación en su primera temporada y espectacular progresión en la segunda (15 ptos, 10 rebs), ejerciendo un cierto liderazgo -cocapitanía con Randolph- en un equipo plagado de egos pero, hasta esta temporada, falto de química. Gran mérito del mister, Lionel Hollins, capaz de integrar al colosal -en lo físico y como jugador- pero siempre díscolo Randolph (20+11), dar confianza a un base yo-yo como Mike Conley (10 ptos + 5 asist), y hacer compatibles a dos chupones como Rudy Gay (21 ptos) y O.J. Mayo (18 ptos). Marc aporta solidez en la zona, hace lo que sabe en ataque -61% en tiro, ya hay otros para volverse locos- y completa un quinteto compacto que marcha al 50% (16-16) y con posibilidades reales de luchar por play-off. El banco es escaso (notable Sam Young, pero poco más, con Tinsley de vuelta de todo y Thabeet con todo -salvo los centimetros- por aprender) y puede ser el punto flaco del equipo.

Pese a ello, ni en sueños va a jugar el pequeño de los Gasol el All Star. Ni es la estrella ni el anotador en su equipo ni el mejor en su posición. Ni en la votación popular ni en la elección de los entrenadores. Vender ahora que pueden ser -los Gasol- los primeros en hacerlo para luego acabar arremetiendo contra no se que chauvinismo americano es puro provincialismo. El mismo que exigía el All Star para Calderón, por ejemplo.

En todo caso, muy buen rendimiento de Marc, ejemplo de adaptación al entorno -ciudad- y a las circunstancias -equipo inestable por definición-. Otra muestra de inteligencia familiar que, a la vista de las declaraciones maternas sobre los representantes, debe tener origen paterno.


Para seguir, año negativo, este sí, para Calderón. Tras el brillante arranque de la temporada 08-09, las lesiones le dejaron fuera del equipo, el cual fue de mal en peor sin su timón y acabó fuera de play-off. Solo la casi infalibilidad en los tiros libres que le auparon en dicho apartado estadístico endulzaron el año de Calde. Esta temporada, tras dedicar el verano a recuperarse, se preveía positiva.

Pero nada funcionó. De entrada Calderón se mostró errático en el juego (12 ptos, pero solo 6 asistencias y 78% en tiros libres) y el equipo lo acusó acumulando derrotas. Finalmente la reproducción de los problemas físicos le tienen nuevamente apartado y, contra pronóstico, el equipo ha ido hacia arriba (con 16-18, peor que Memphis, pero en posición de play-off en el Este), con los ya conocidos Bosh (24+11, siempre fiel a sus estadísticas) y Bargnani (17+6, parece que por fin se ha levantado de la siesta) pero, sobre todo, con la incorporación del polivalente Turkoglou (13 ptos + 4,5 rebs + 4,5 asist), tan brillante en NBA como nefasto con su selección y, aunque duela a muchos reconocerlo, con Jarred Jack (10 ptos, 5 asist.) como eficiente director, haciendo que la ausencia del extremeño apenas se note. Año para olvidar.


Y no demasiado mejor para Rudy Fernández. Tras el buen arranque de la temporada 08-09, el famoso rookie-wall le pasó factura y acabó la temporada con unos números correctos (10 ptos, 3 rebs, 2 asist) pero una peligrosa sensación: la de ser considerado un simple especialista en el lanzamiento triple (de hecho el 63% de sus tiros lo fueron desde tal distancia) o finalizador de alley-hoops servidos por Sergio Rodríguez.

Esta temporada 09-10 se esperaba la de la confirmación, en la que debía disponer de un rol con mayor protagonismo en ataque -algo que, por sus condiciones, puede hacer-. Pero la realidad ha sido decepcionante: más de lo mismo, aderezado con problemas físicos que le han hecho disminuir sus estadísticas de tiempo en pista y anotación hasta que ha tenido que pasar por el quirófano.

Y lo peor es la sensación que la construcción del equipo en Portland hace girar todo el juego ofensivo alrededor de Brandon Roy y sus 1 contra de 5, para que, si su casi inagotable capacidad para penetrar con rectificados imposibles le obliga a doblar pase hacia el exterior, encuentre apostados a sus compañeros esperando para el triple. Eso, o ver el highlight de turno en plena cancha.

Malas perspectivas pues en un equipo monocorde en ataque y con un entrenador poco dado a confiar en jugadores inexpertos, extranjeros o poco esforzados en defensa. Aunque Rudy cumple en esto último, no cuenta con la confianza de McMillan y eso le confina a funciones de especialista y a perder su imprevisibilidad y exuberancia física. En 2010 solo puede ir a mejor.


Como mejor le ha ido ya a Sergio Rodríguez. En su temporada en la encrucijada -o aportar algo o volverse a Europa- parece que ha ido a parar al equipo ideal. Del desconfiado McMillan en Portland al ofensivo Westphal en Sacramento, en un equipo con todo por reconstruir, sin presión y con confianza en los jovenes. Y el equipo, tras perder por lesión a su mejor jugador (Kevin Martin) ha respondido (14-19, mejor de lo previsto) con los rookies Tyreke Evans (20+5+5, llamado a ser rookie del año) y Omar Casspi (de Maccabi a California a ritmo de 13+5) y el forward de 2º año Jason Thompson (15+9) como mejores noticias. En ese contexto Sergio ha encontrado el hueco para desarrollar su juego con la libertad que nunca tuvo en Portland, respondiendo en los 14 minutos en cancha con 6 ptos y 3 asistencias y una mejora notable en sus porcentajes y control de las pérdidas. No está claro que pueda conseguir mucho más espacio, pero puede asentarse en un rol de 2º-3er base en equipos con un perfil que se ajuste a sus características. Si no, a volver a Europa.


Y finalmente, una convicción: Ricky está llamado a ser el jugador con mayor impacto de la ÑBA. Su estilo se ajusta mucho más a la NBA que a la ACB. Su lectura del juego está muy por encima de la del resto de playmakers que últimamente se han incorporado a la liga, incluido el sobrevalorado -especialmente por si mismo- Brandon Jennings. No se si ganará el título NBA o si alcanzará las cifras en anotación de Pau -quien será siempre el referente en mayusculas-, pero estoy convencido que Ricky acabará ejerciendo el liderazgo del equipo donde vaya a parar y que, fruto de ello, dicho conjunto mejorará sus posibilidades en la competición. La anotación de Ricky, mejorará. A pesar que su tiro exterior sea aun errático y su estilo altruista. Da igual. Ricky luce aun sin anotar. Algo que muy pocos pueden decir. Se aceptan apuestas...