Y al tercer partido -de Liga- llegaron los goles. De jugada y a balón parado. De cabeza, con la derecha, con la zurda y hasta en propia puerta. De la sequía a gustarse -¿!regresó el jogo bonito!?-. Lo cierto es que ya tocaba una alegría, una victoria fuera de casa sin sufrimientos, con el Canal + de testigo.
Me gustaría señalar que, a diferencia de los partidos anteriores, el equipo mostró una ambición desmedida, salió a por la victoria desde el primer minuto -de hecho el primer rondo por todo el campo duró más de 60 segundos-, no especuló durante los primeros compases a la espera de ver la situación en el campo y, cuando abrió el marcador, fue a por más. La ausencia de esa ambición fue una de las constantes que más exasperaron al culé en los dos últimos años. El hambre que desapareció con los ya lejanos títulos parece que empieza a recobrarse.
Y dicha ambición encontró su máxima expresión en la presión en zona de ataque, desarrollada por toda la unidad ofensiva y con una defensa lo suficientemente adelantada como para impedir progresar al rival y permitir recuperaciones cerca del área contraria. Esta presión, que caracterizó especialmente al Barça del primer título de Rijkaard, apenas se había esbozado hasta el partido del Molinón. El domingo sí se presionó de forma continua, sin concesión, hasta ahogar al rival. Excelente despliegue físico con óptimos resultados.
Dicho todo lo anterior, que resume la satisfacción que como buen culé no puedo negar, creo que es conveniente sosegar la euforia de aquellos que, como mi alter ego en este blog, ya danzan ebrios por Canaletes celebrando no se muy bien el qué. Por que, no nos engañemos, hemos sumado 4 puntos de 9 posibles frente a colosales rivales: Numancia, Racing y Sporting. Dos de estos acabarán en 2ª División, y alguno lo hará con unas cuantas jornadas de antelación. Por tanto, no nos volvamos locos por una victoria contra un rival mediocre -no mucho más que el Numancia, que desde que nos ganó conservando el gol a los 10 minutos ha sido incapaz de mantener su ventaja contra Madrid y Villarreal-. Debemos esperar a los próximos partidos para confirmar si seguimos progresando o ha sido flor de un día. Una goleada contra el Betis y una victoria en casa de los pericos -no hace falta vapulearlos, mejor ganar por la mínima y a poder ser con un arbitraje dudoso para que así Sánchez Llibre tanga toda la semana para llorar- sí confirmarían lo que el equipo apunta.
En fin, alegría con moderación, no vaya a ser que nos empachemos sin haber hecho apenas nada.
Y para acabar, algunas reflexiones:
– Celebro infinitamente que “l´anxeneta de Terrassa” -también conocido como “el chivato”- y que el “niño porcelanas” empiecen a marcar goles y que, además, alguno sea de los que desnivela el marcador. Se me ocurre plantear un reto: si realmente son centrocampistas ofensivos, con llegada a gol, en un equipo ofensivo como el Barça deberían acabar marcando de 8 a 10 goles en Liga. De momento llevan uno cada uno. Con placer me tragaré mis palabras sobre su ineficacia si alcanzan tales cifras. Si no, seguiré manteniendo mi opinión: mucha estética y poca eficacia. Por cierto, Pep, ¿para cuando una ración de pa amb tomàquet para Xavi, a ver si en algún corner llega al lateral del área pequeña...?
– Dado que nadie en el entorno del club parece dispuesto a hacerlo, me permito decirlo yo: !!!JOHAN, ¿POR QUÉ NO TE CALLAS?!!! Estoy harto de tener que leer -y luego oir comentar a decenas de tertulianos- las sandeces trasnochadas del oráculo, capaz de mantener una cosa y luego la contraria y encima atribuirse el mérito de todo. Afirmar que el partido frente al Racing fue el mejor de los últimos años es un insulto a la inteligencia del soci, una perfecta boutade de un personaje con un ego tan desmesurado que pretende atribuirse todo lo bueno de la historia del fútbol mundial (como futbolista, como entrenador, como forjador de estilos, como tutor de entrenadores) sin reconocer nunca ningún error. Por cierto, Pep, ¿por qué no le dices al guru que tantas alabanzas baratas te perjudican más que ayudan? ¿O es que quizá prefiere que te estrelles, no vaya a ser que iguales sus logros, como Rikjaard, y tenga que empezar una campaña para borrar su memoria, cual faraón caído en desgracia?
– Me sorprendió oir el otro día a Guardiola declarar que, en su análisis continuo sobre los partidos que se avecinan, baraja múltiples opciones, pero que luego no tiene tiempo de entrenarlas. ¿No era este el entrenador que iba a recuperar el trabajo y el compromiso? ¿Hay alguna cláusula contractual que impida a los jugadores “trabajar” más de dos horas al día? La verdad es que entre jornadas de descanso post-partido y excursiones a recoger sus coches sus 4x4 de lujo -!que dura es la vida del jugador del Barça en estos tiempos de crisis!- todo me suena a discurso políticamente correcto para enmascarar la tolerancia infinita con la plantilla.
PS: Me niego a valorar las pachangas de la fase previa de Champions. Me reservo hasta la eliminatoria de octavos, a la que deberiamos llegar como primeros de grupo con la gorra. Supongo que Leoncio no me acusará de tristón pesimista por esta afirmación...
martes, 23 de septiembre de 2008
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