
Ya se que es un dilema inútil. Renunciar a una competición no garantiza ganar la otra, por lo que debatir qué se prefiere no dejar ser un puro divertimento. Personalmente, dadas las circunstancias (sorteo de Champions, calendario cargado y lesiones), creo que el Barça debería centrarse en asegurar la Liga. Y en la Champions, si suena la flauta, perfecto. Pero nunca reservar jugadores en Liga para poner toda la carne en el asador europeo.
Las razones son diversas y todas poderosas.
En primer lugar, por sencillez. En la Liga, el Barça manda con 6 puntos de ventaja -casi podemos dar por hecho que son 7, salvo que Valdés tenga una jornada benefica en el Bernabeu y se dedique a regalar goles como el día del Español- cuando faltan 30 en juego. Un 20% de los puntos, 2 partidos como mínimo. Además, solo hay un rival, al que sería delicioso machacar en su propio campo el día que sueñe con acercarse en la tabla.
Por contra, en Champions la dificultad es máxima: el sorteo ha sido poco benévolo. Es cierto que se puede superar al Bayern -o no-, pero la eliminatoria de semifinales es altamente compleja y, de pasarla, nos esperaría en la final posiblemente el vigente campeón. Se miré por donde se miré, la Champions está mucho más complicada que la Liga. Reservar jugadores en la Liga no garantiza conquistar la competición europea. Al revés, en cambio, prácticamente sí.
En segundo lugar, por plantilla. El Barça ha demostrado sobradamente ser el mejor en España. Su estilo intimida, sus jugadores son respetados -salvo por ciertos árbitros- y el equipo se siente nuevamente seguro tras los dos tropiezos ante pericos y colchoneros. En cambio en Europa aun debe demostrarse que la plantilla, especialmente si sigue sufriendo lesiones, puede competir al máximo nivel contra equipos como Liverpool, Chelsea o Manchester Utd., en duelos que sin duda requerirían de un físico a tope para soportar el ritmo endiablado que imprimen los equipos de la Premiership. Creo sinceramente que el Barça no es superior a dichos rivales. Tampoco inferior. Pero con desventaja de campo, la presión de un partido de vuelta en las islas puede superar al equipo.
En tercer lugar, por formato de competición. La regularidad ha sido la divisa del Barça en la Liga. Pero la misma cuenta poco en una competición del KO, a dos partidos, donde el factor emocional y el azar cuentan mucho. Respecto al primero, el equipo me genera dudas. De hecho, en tres ocasiones he visto al equipo desquiciado: en Liga ante el Madrid y en Liga y Copa frente al Español. Me hace pensar que al equipo aun le falta un poco de madurez, de afrontar situaciones límite. En cuanto al azar, pues eso. Solo si Pep es heredero de la célebre flor de Cruyff podemos estar tranquilos...
En cuarto lugar, por justicia. El Barça merece, por su estilo, por su compromiso con el espectáculo, por su fair play, ganar la Liga. Después de 7 meses en cabeza -de momento-, la Liga premia la regularidad. Y compensa el trabajo del día a día. Cuantas veces hemos despreciado a esos equipos que, desahuciados en Liga, han centrado su temporada en ganar la Champions. Pues eso. La Liga, primero. Y la Champions, de premio.
Y quinto, pero no menos importante: por quien es el rival en la Liga y lo que supone dejarlos en blanco. Y, por pasiva, por lo que supondría perder la Liga otra vez con remontada merengue. Conociendo la capacidad depresiva culé, viviriamos años y años traumatizados, con la seguridad que cualquier ventaja se disolvería ante los “juntos podemos” capitalinos.
Ya se que, en sentido contrario, hay que pensar en el prestigio, en la grandeza, en la historia, etc. No hablo de renunciar a la Champions. Solamente de asegurar la Liga. De no hacer experimentos extraños en Liga que, de provocar malos resultados, tendrían consecuencias negativas en la Champions al convertirla en un clavo ardiendo al que agarrarse.
Y, además, la victoria culé en la Liga podría tener múltiples efectos colaterales. En Madrid, el advenimiento de Florentino y el regreso de Beckham y Roberto Carlos -ya se han ofrecido para regresar-. Solo falta que vuelva Figo para tener la fiesta completa. Lloguem-hi cadires!Y en Montjuic-Cornellà-El Prat, el suicidio colectivo. De mantenerse la actual clasificación, el Barça se proclamará campeón el mismo día que el Español consume su descenso a 2ª. Pero tranquilos, que con Pochettino -qué crack, aun ha de ganar un partido de fútbol, su única victoria fue el Oscar a la mejor interpretación de comedia-, el trio Tamudo-Luis Garcia-de la Peña (los artífices de la destrucción continua de la plantilla (Lopo, Dani García, Pandiani, Riera...¿seguimos?)) y el incombustible Dani -no se va ni de broma-, estos no vuelven a 1ª en muchos años...
Las razones son diversas y todas poderosas.
En primer lugar, por sencillez. En la Liga, el Barça manda con 6 puntos de ventaja -casi podemos dar por hecho que son 7, salvo que Valdés tenga una jornada benefica en el Bernabeu y se dedique a regalar goles como el día del Español- cuando faltan 30 en juego. Un 20% de los puntos, 2 partidos como mínimo. Además, solo hay un rival, al que sería delicioso machacar en su propio campo el día que sueñe con acercarse en la tabla.
Por contra, en Champions la dificultad es máxima: el sorteo ha sido poco benévolo. Es cierto que se puede superar al Bayern -o no-, pero la eliminatoria de semifinales es altamente compleja y, de pasarla, nos esperaría en la final posiblemente el vigente campeón. Se miré por donde se miré, la Champions está mucho más complicada que la Liga. Reservar jugadores en la Liga no garantiza conquistar la competición europea. Al revés, en cambio, prácticamente sí.
En segundo lugar, por plantilla. El Barça ha demostrado sobradamente ser el mejor en España. Su estilo intimida, sus jugadores son respetados -salvo por ciertos árbitros- y el equipo se siente nuevamente seguro tras los dos tropiezos ante pericos y colchoneros. En cambio en Europa aun debe demostrarse que la plantilla, especialmente si sigue sufriendo lesiones, puede competir al máximo nivel contra equipos como Liverpool, Chelsea o Manchester Utd., en duelos que sin duda requerirían de un físico a tope para soportar el ritmo endiablado que imprimen los equipos de la Premiership. Creo sinceramente que el Barça no es superior a dichos rivales. Tampoco inferior. Pero con desventaja de campo, la presión de un partido de vuelta en las islas puede superar al equipo.
En tercer lugar, por formato de competición. La regularidad ha sido la divisa del Barça en la Liga. Pero la misma cuenta poco en una competición del KO, a dos partidos, donde el factor emocional y el azar cuentan mucho. Respecto al primero, el equipo me genera dudas. De hecho, en tres ocasiones he visto al equipo desquiciado: en Liga ante el Madrid y en Liga y Copa frente al Español. Me hace pensar que al equipo aun le falta un poco de madurez, de afrontar situaciones límite. En cuanto al azar, pues eso. Solo si Pep es heredero de la célebre flor de Cruyff podemos estar tranquilos...
En cuarto lugar, por justicia. El Barça merece, por su estilo, por su compromiso con el espectáculo, por su fair play, ganar la Liga. Después de 7 meses en cabeza -de momento-, la Liga premia la regularidad. Y compensa el trabajo del día a día. Cuantas veces hemos despreciado a esos equipos que, desahuciados en Liga, han centrado su temporada en ganar la Champions. Pues eso. La Liga, primero. Y la Champions, de premio.
Y quinto, pero no menos importante: por quien es el rival en la Liga y lo que supone dejarlos en blanco. Y, por pasiva, por lo que supondría perder la Liga otra vez con remontada merengue. Conociendo la capacidad depresiva culé, viviriamos años y años traumatizados, con la seguridad que cualquier ventaja se disolvería ante los “juntos podemos” capitalinos.
Ya se que, en sentido contrario, hay que pensar en el prestigio, en la grandeza, en la historia, etc. No hablo de renunciar a la Champions. Solamente de asegurar la Liga. De no hacer experimentos extraños en Liga que, de provocar malos resultados, tendrían consecuencias negativas en la Champions al convertirla en un clavo ardiendo al que agarrarse.
Y, además, la victoria culé en la Liga podría tener múltiples efectos colaterales. En Madrid, el advenimiento de Florentino y el regreso de Beckham y Roberto Carlos -ya se han ofrecido para regresar-. Solo falta que vuelva Figo para tener la fiesta completa. Lloguem-hi cadires!Y en Montjuic-Cornellà-El Prat, el suicidio colectivo. De mantenerse la actual clasificación, el Barça se proclamará campeón el mismo día que el Español consume su descenso a 2ª. Pero tranquilos, que con Pochettino -qué crack, aun ha de ganar un partido de fútbol, su única victoria fue el Oscar a la mejor interpretación de comedia-, el trio Tamudo-Luis Garcia-de la Peña (los artífices de la destrucción continua de la plantilla (Lopo, Dani García, Pandiani, Riera...¿seguimos?)) y el incombustible Dani -no se va ni de broma-, estos no vuelven a 1ª en muchos años...



