domingo, 21 de junio de 2009

MERCATO

Anda revuelto el mercado futbolístico por obra y gracia del curilla Florentino, que aun se permite el lujo de pretender dar lecciones de humildad, de rehuir la prepotencia. Este tio necesita un psicoanalista. Hace unos días, cuando aun era precandidato, se llenó la boca con aquello de “yo soy la persona que más ha pagado en la historia por un futbolista”. Ahora ha dilapidado una fortuna por Kaka, un jugador en su ocaso deportivo (7 goles de jugada en toda la temporada, más o menos como Ronaldinho, pero jugando mucho más) y por CR7, pagando lo que ha querido el ManU cuando a Ferguson le ha dado la gana echarlo del equipo, harto de sus posturitas y actitudes extradeportivas -y dudoso rendimiento esta temporada-.

El problema no es el precio pagado -no hay discusión, Florentino también confunde precio y valor-, la ética en tiempo de crisis -no la hay en época de bonanza, menos la habrá en la del sálvese quien pueda- o el apoyo de las entidades financieras -donde los directivos ansiosos de palco, farándula y gomina confunden la gestión de sus entidades con su puro forofismo-. Lo gracioso es realmente que se siga vendiendo en media España el mensaje que el Sr. Pérez, aquel que se estrelló estrepitosamente con su proyecto galáctico, es un triunfador, un ganador. Lo único que se pone de manifiesto cuando tantos lo alaban es la mentalidad provinciana y acomplejada del país, la admiración por el nuevo rico y el pelotazo y la envidía que les corroe las entrañas cuando ven al Barça del triplete. Florentino gasta a crédito lo que no tiene, ansioso del reconocimiento público que no ha conseguido en el ámbito empresarial una vez fracasados sus últimos proyectos, y lo hace con un modelo empresarial insostenible (pagar más de lo que vale cada jugador para ganar todos los títulos, pagar más primas y premios y esperar vender... ¿cuatro camisetas a cada seguidor?)...
¿O no? La clave, la nominación olímpica de Madrid 20XX.
Si Madrid fuese capital olímpica, los políticos madrileños y españoles -todos sin excepción, también los progresistas, verdes e izquierdosos, ya lo hicieron en su día- aprobarán la recalificación del Bernabeu y le construiremos -pagando todos, sobre todo desde Catalunya- un estadio nuevo al Madrid. Esa es la jugada de Florentino. Políticos y constructores aliados con el Madrid de vehículo para el pelotazo. Más de lo mismo. La historia se empeña en ser cíclica. Por ello, apoyo formalmente la candidatura de cualquier ciudad que quiera ser olímpica, con el único objetivo de impedir que lo sea Madrid. O, si quieren, que lo sea en el 2092, para celebrar el centenario de los JJOO de Barcelona. A Florentino, que lo crionicen hasta entonces...

Y el Barça, dormido en los laureles. Echo de menos un artículo del ser superior (Cruyff, no Florentino) recordando que las plantillas se planifican en marzo, se cierran en mayo y en junio, vacaciones. Da la sensación que la discreción con que deben llevarse estos temas cuando hay títulos en juego -todos en este caso- se ha convertido en ensimismamiento, contemplación, extasis... Quizá penso Txiki que, una vez acabada la Champions, habría tiempo mientras el Madrid se distraía con su campaña electoral y sus elecciones. Error de cálculo. Florentino ha inflacionado el mercado, el Barça no tenía ningún caso cerrado, ni siquiera los de la propia plantilla -por cierto, Valdés ya ha conseguido la unanimidad, toda la culerada lo considera un gilipollas integral por su postura intransigente- y ahora será imposible fichar a nadie. ¿Será que el “cercle virtuós” no es tal? ¿Victorias = ingresos = fichajes = victorias = ingresos...? ¿No era así? Ahora que estabamos saneados -¿no?-, que ganamos -!todo!-, resulta que no hay un duro para fichar. Si era así, más grave es habernos dormido cuando podiamos haber fichado a precio justo.

Pero siempre queda una opción: Laporta, ansioso siempre de protagonismo, adicto al fotoshop -para que no se le vea la barriga de bacó que se le ha puesto desde que llegó a la presidencia-, sufra un ataque de celos de Florentino y tire también la casa por la ventana. Y de esta manera quizá acabemos fichando. Si no, a aguantar con lo que tenemos, que no es poco -de hecho, el mejor equipo del mundo, mientras no se demuestre lo contrario-.

Y para acabar, una referencia al basket: se cumplieron mis pronósticos, incluso antes de lo previsto. Tanto Lakers como Barça ganaron con mayor ventaja que la prevista. Mi más sincera felicitación a Pau Gasol, perfectamente adaptado a su rol de principal escudero de la auténtica estrella del equipo, aportando aquello que se necesitaba en cada momento. Y felicidades al Barça y, especialmente, a Creus y Pascual.
Y, sin dejar el mercato, ambas plantillas tienen margen de mejora:
– los de LA deberían ir buscando urgentemente un base director -qué bien les iría un Calderón- para ir jubilando al pundonoro Fisher y reforzar la rotación, limitada a la hora de la verdad a poco más de seis jugadores (Fisher, Bryant, Ariza, Odom, Gasol y Bynum).
– en el Palau, hace falta un base director -en esto nos parecemos a los Lakers-, un 3 de verdad (Mickeal sería ideal, acostumbrado ya en el Tau a las rotaciones) y un 5 intimidador para suplir la baja de Santiago (tampoco estaría nada mal Boni N´Dong).
Y, por cierto, gran coherencia la de Messina. Se negó a venir al Barça por falta de proyecto -menos mal- y prefiere ahora al Madrid. Lo único de lo que sí entiende Messina es de dinero: el del CSKA antes, el de Florentino/Santander/Cajamadrid ahora y el que pide para los fichajes. El muy cachondo dice que gastándose dinero garantiza presencia en la Final Four. Que fiche a Bryant, James y Howard y, para españolizar el Madrid, que se traiga también a Gasol...

jueves, 11 de junio de 2009

LAKERS-BARÇA

Tanto la NBA como la ACB llegan, casi simultaneamente, a sus respectivos play-off finales.
Y es momento de identificar las claves de lo que viene y de hacer pronósticos.
Para empezar, lo más fácil. Los Lakers aventajan a Orlando por 2-1 y parece difícil que estos últimas puedan voltear la situación. No es imposible, pero sí improbable.
Mi pronóstico: 4-2 para Lakers

Las claves de la final:

– Liderazgo:

Los Lakers tienen a Kobe Bryant, sin duda uno de los dos mejores jugadores de la Liga (junto con LeBron James), infinitamente más maduro que cuando alcanzó el triplete formando pareja con Shaq. Aquel niño mimado, celoso de su compañero, ansioso por ser comparado con Jordan, se ha convertido en el auténtico líder del equipo, capaz de dar la cara y arrastrar al equipo en los momentos de dificultades. Es cierto que tira mucho, a veces demasiado. ¿No lo han hecho siempre las estrellas? La cuestión es que predica con el ejemplo, se las juega cuando queman y responde a los retos.
Frente a él, Orlando opone al mejor pivot de la competición, una fuerza desatada de la naturaleza, el sucesor del propio O´Neal. Dwight Howard no es un portento técnico, pero ni falta que le hace -salvo en los tiros libres-. Su potencia y rapidez, su envergadura y salto, su coordinación y ambición le convierten en una bestia parda que fácilmente suma 20-20.
Pero por su posición en la pista, mientras Kobe puede monopolizar el juego de ataque de su equipo, creándose sus propios tiros o doblando juego, Howard esta condicionado por el suministro no siempre eficiente de sus compañeros o por los planteamientos defensivos rivales. Es más fácil defender a un interior, cerrandose sobre él y, si recibe, dándole estopa (hasta en esto se ha recuperado el mítico hack-a-shaq) que a un jugador capaz de subir la bola, driblar, penetrar o enchufarla de tres.

– Los escuderos:

Creo que mientras que el liderazgo de Kobe es mucho más impactante y decisivo que el Howard, los principales escuderos de ambos equipos se mueven a un nivel muy similar. En este bloque coloco a jugadores con posiciones idénticas y roles similares: Gasol-Odom vs Lewis-Turkoglu.
Aunque lo políticamente correcto sea decir que Pau está decidiendo las finales, la realidad es que lo mejor que puede decirse de él es que cumple su papel a la perfección. Ha dado un paso al frente, juega sin balón -su mejor virtud- para aprovechar las dobles defensas sobre Kobe y ha endurecido su defensa y, sobre todo, mejorado su predisposición a ir al rebote. Esto último le faltó el año pasado frente a los Celtics.
Junto a Pau, Odom es un lujo de versatilidad, capaz de defender fuera y dentro, correr la pista, rebotear, anotar... un crack, minusvalorado por su pasado oscuro y su carácter díscolo. Pero, en todo caso, un jugador indispensable.
En el otro lado, Rashard Lewis, el mejor triplista de la NBA, un ala-pivot de 2,08, elegante y letal a la vez. Frio en ocasiones pero capaz de destrozar a cualquier rival con su versatilidad.
Y Hedo Turkoglu, en la madurez de su carrera, reconvertido de mero tirador de rachas a jugador completo, capaz ahora de sacar ventaja de su estatura, de distribuir balón, de jugarse los tiros decisivos.

– El resto de la plantilla:

Pese a que ambos equipos andan justitos de plantilla más allá de los tres jugadores por bando citados, nuevamente creo que los Lakers tienen un conjunto algo más arreglado que los Magic.
Y eso sin tener en cuenta que Bynum, el prometedor center, sigue desaparecido en play-off, bien por lesión -el año pasado- bien mentalmente -este-. Pese a ello, el poco explicable fichaje de Ariza hace año y medio cuando estaba lesionado ha cobrado su dimensión real este año cuando se ha revelado con un intenso defensor -robos clave frente a Denver-, un atlético alero y, puntualmente, un tirador correcto. Nada descomunal, pero por encima del prometedor Courtney Lee -rookie al fin y al cabo, muy verde al llegar a estas alturas- y el esforzado Mickael Pietrus -gran defensor y nada desdeñable ayuda en ataque-.
Donde no tengo tan claro quien es más fuerte -o lamentable- es en la posición de base: ¿Fisher vs Alston? Mientras el angelino es capaz de jugar casi 30 minutos y dar apenas 2,3 asistencias con unos porcentajes de tiro lamentables -aunque rascando poca bola al lado de Kobe-, el otro es incapaz de liderar el juego y dar balones decentes a Superman Howard.
Del resto de jugadores, solo lamentar que Orlando no pueda contar con Jameer Nelson, su auténtico base titular, mucho más anotador que director, mucho más jugador que Rafer Alston, y que Lakers se desprendiera del irregular Radmanovic para fichar al singular Morrison, más famoso por su look hippie y su condición de diabético que por su valía real en NBA.

– Entrenadores:

Pese a que a veces parece ausente -¿meditación zen o simplemente siesta-, Jackson sigue siendo experto en explotar recursos evidentes. Ha tenido la fortuna de entrenar equipos plagados de estrellas (Jordan+Pippen, O´Neal+Bryant, Bryant+Gasol) y ha hecho lo suficiente para ganar. Y volverá a hacerlo este año, sin brillantez pero con solvencia.
Frente a él, excelente Stan Van Gundy, tan cerca en lo familiar de Jeff pero, por fortuna, tan alejado en sus planteamientos. Con un equipo justito, de apenas 3 titulares -el resto de jugadores serían suplentes en la mayor parte de equipos de la liga-

– Tradición:

Sin discusión: Lakers. El 2º equipo más laureado, acostumbrado a jugar finales, con jugadores experimentados, con hambre tras la derrota del año pasado. Favoritos.
Mientras, Orlando solo cuenta con una presencia en la final, saldada con un estrepitoso 4-0 en contra frente a Houston pese al duo O´Neal-Hardaway. Y su presencia en las finales 09 es una sorpresa, incluso para ellos. Han hecho más de lo previsto y la derrota no será traumática (salvo que cayeran otra vez 4-0).

En conclusión: 4-2 para Lakers.

Y en ACB, repetición de la final del año pasado, repetición de la eliminatoria de Liga Europea de este año, viejos conocidos en el parquet y en los banquillos. Mi pronóstico: 2-3 para el Barça.

En este caso el pronóstico se basa en el factor emocional, no el deportivo. Si tuviera que atenerme a este último, 3-0 para el Tau. El lamentable rendimiento del Barça en la semifinal frente al Unicaja arroja muchas sombras sobre las posibilidades de los de Xavi Pascual. Ante un Unicaja mermado, el Barça sobrevivió en base a triples -a ratos- y defensa -otros ratos, no coincidentes con los primeros-. El equipo no dispone de un base fiable (Lakovic vuelve a estar empanado, Sada defiende a tope y se casca triples al canto del tablero y Barrett...), sus escoltas funcionan por rachas (Navarro y Basile) o empuje hasta cargarse de faltas en 5 minutos (Grimau), su alero (Barton) ni está ni se le espera y solo los pivots parecen fiables (Vázquez toda la temporada y Andersen ahora, mientras Ilyasova va de capicua en su trayectoria y Santiago sale a desgastar/se un rato) cuando reciben pelota, cosa que suele ocurrir solo en los dos primeros ataques de cada cuarto o después de tiempo muerto. El resto del tiempo, a la ruleta de los triples y, eso sí, defensa.

Poco bagaje para hacer frente al mejor Tau. Pero es que ese Tau desapareció hace meses. Tras arrasar en la primera mitad de la temporada, ha ido decayendo conforme avanza el año. La eliminatoria europea los dejó muy tocados y su trayectoria final en ACB no parece muy fiable. Su semifinal ante el Madrid fue lamentable: debacle indigna en el 2º partido y, en el 3º, a jugar como el Barça: ante un Madrid mermado -faltas de Bullock, técnica a Plaza-, solo pudo marcharse con una defensa al límite -o más- en el 3er cuarto y fiando su ataque a los triples indefendibles -por inesperados, por su arco, por su lejanía- de Teletovic. Cuando no entran es para matarlo. Cuando las enchufa, rompe el partido.

En fin, tampoco el Tau parece en su mejor disposición para imponer un estilo de juego, ya que parece haberlo perdido, coincidiendo con el bajón de juego de su auténtico mariscal de campo, Prigioni -¿será cierto y tendrá algo que ver con el rumor que apunta que ha lanzado un ultimatum: o Dusko o yo?-.

Por ello preveo partidos muy tensos, feos, con pocos puntos y mucha leña, donde el factor emocional se impondrá. En esta tesitura veo un 1-1 en Vitoria, otro 1-1 en Barcelona y a jugarselo todo de nuevo en el Buesa Arena.
Y es ahí donde la baza de los nervios puede decantarse para el Barça. La exigencia de ganar de la afición vitoriana y de su presidente, el recuerdo reciente de la eliminación pre-Final Four, el recuerdo aun más sangrante de la Liga perdida ante el Madrid de Herreros (+8 a falta de 40 segundos), con Ivanovic, Prigioni y Splitter presentes, la tendencia natural de Dusko a desquiciarse en momentos críticos y, con ello, desquiciar a sus jugadores con rotaciones continuas -ojo, el Tau tiene una plantilla corta y los necesita a todos concentrados, no perdidos-... todo ello juega a favor del Barça. Por eso, si el equipo culé es capaz de controlar sus nervios, dejar fluir el juego y no tomarse la eliminatoria como un concurso de triples, puede llevar la eliminatoria lejos y decidirla en el 5º partido, con poco a perder y mucho a ganar. Sobre todo ante un Tau con tendencias autodestructivas.

Se admiten apuestas...