viernes, 20 de noviembre de 2009

PRUDENCIA, QUE NO ESTAMOS TAN BIEN...

Andamos felices los culés disfrutando del histórico Alcorconazo, ridículo difícilmente igualable que coloca a la nueva galaxia florentina en puertas de otro fracaso histórico. Ni triplete, ni trebol. A seguir soñando con la Champions hasta octavos -visto lo visto contra el jeriátrico milanés- y con la Liga hasta el 11-A -día en que el Barça revisita el Bernabeu-. Y por el camino, más vale que vayan inventando fichajes de relumbrón para el año que viene -¿donde anda Ribery?- o el otro -el próximo objeto del deseo será Pato, si no al tiempo-.

Y mientras aquí nos regocijamos con los males merengues, el inefable Laporta sigue con su mesianismo irresponsable, ora pensando en dejarlo todo atado y bien atado en Can Barça, ora soñando en la presidencia de una Catalunya independent... ¿y el equipo, qué?

Tengo la sensación que Guardiola es consciente que nos hayamos ante un momento crítico de la temporada. Por fortuna, la presión ambiental, entre Millet, Pretoria y Alcorcón, parece leve. La primera posición liguera actua como bálsamo, pese a su precariedad. Pero los próximos partidos son críticos y Pep lo sabe. El equipo no anda fino, la plantilla es tan corta -más aun que la temporada pasada- que apenas pueden ocultarse las bajas formas, ya que salvo Pedro apenas hay opciones de rotación, los rivales conocen de memoria el juego blaugrana y al equipo le falta chispa.

Y en este contexto llega el Inter. Se ha menospreciado ampliamente al equipo milanés, sospecho que en gran medida para ningunear el trabajo de Mourinho por parte de ese amplio sector de la prensa barcelonina que se la tiene jurada desde su anterior etapa en can Barça. El planteamiento del partido de ida fue calificado de mezquino, se ridiculizó en los comentarios al lider del calcio, se habló unánimemente de baño azulgrana... pero el partido acabó 0-0 y las oportunidades del Barça fueron escasas.

Pasadas las semanas, llega el Inter invicto y líder de grupo. Seguimos igual. Recalcando que su juego es ramplón y mezquino, que Eto no ve puerta, que su centro del ampo deja mucho que desear... pero no perdamos de vista que una victoria interista !nos deja fuera de la Champions! Y un empate, casi casi. El partido está cerca y el ambiente, de momento, frio. Suerte que, a buen seguro, Mourinho se encarará de caldearlo.

Y el partido del Madrid, lo mismo. Mucho me temo que dentro de unos días empezaremos a especular sobre el saco de goles que le caerá a los de Pellegrini -o no, quizá se autodespide a lo Schuster en la víspera del encuentro-. Sinceramente, espero que Cristiano Ronaldo se recupere y nos provoque un ataque de pánico solo de pensar en sus faltas desde la frontal o sus fulgurantes arrancadas frente a la tortuga Chygrynskyi. Solo de este modo nos tomaremos el partido en serio, sin ansiedades por clavarles otros 6.

En definitiva, espero que entre Mourinho y Cristiano nos despierten de los plácidos sueños otoñales en que unos chavales del extraradio de Madrid nos deleitan con una goleada que pasa, por derecho popio, a la historia.

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