
Crónica desde Viena, 22 de junio de 2008
Otra vez los fatídicos cuartos de final. Otra vez fuera. Otra vez jugamos como nunca y perdimos como siempre.
España llegaba a este partido con confianza, con euforia en el entorno. La goleada a Rusia (gran Villa), la victoria por la mínima ante Suecia (otro gol de Iniesta, ¿para cuando con el Barça?) y el intrascendente empate ante la ya eliminada Grecia (con minutos para los suplentes) hacían soñar a la hinchada de la roja en que esta vez sí, que se iban a superar los cuartos, vencer en semifinales y plantarse en la final.
El rival, la miserable Italia, clasificada en el último minuto, después de ser barrida por Holanda, haber vencido a Rumania con dos goles de Luca Toni y un empate en el tiempo de descuento de Panucci (¿cuantos miles de años tiene?) frente a Francia. Y clasificada por goal-average general respecto a Francia. Con Donadoni en el disparadero y críticas a la veteranía del equipo -¿cuando no han sido veteranos los equpos italianos?-, todas las apuestas daban a los transalpinos como víctimas propiciatorias.
Pero una vez en cuartos, lo mismo de siempre. Los nervios, la falta de oficio, la defensa descolocada, sin puntería en ataque, el árbitro que siempre nos roba... Para los que no hayan visto el partido, un breve resumen: España 1 – Italia 2
De entrada, debate en la alineación. Muchos jugones (Xavi, Iniesta, Cesc) y poco músculo frente a los leñeros italianos (Gattuso, Camoranesi). Pero, !juntos podemos! (ya no sé si este slogan es de España o del Madrid, tanto monta, monta tanto). El arranque del partido, lento, especulativo, sin ritmo, faltas continuas. El árbitro, el eslovaco Lubos Michel, un clásico, ha perdonado alguna amonestación a los italianos. Al filo del minuto 30, primera aproximación italiana: cabalgada por la banda de Zambrotta (sí, ya se que que cabalgada y Zambrotta parecían incompatibles, pero solo con el Barça), centro y remate de Pirlo desde la frontal. San Iker vuelva a salvar al Madrid!... digo a España.Al descanso, resultado igualado y España sin profundidad, perdida en el tiqui-taca de base azulgrana en el centro del campo.En la segunda parte, el partido se desborda. A los 5´, contraataque italiano que pilla a Puyol descolocado y Iaquinta -hoy formando pareja de gigantes con Luca Toni- nos clava el primero. Toca remontar. Llamada a la heroica, apelación a la raza y el orgullo. !A por ellos! Topicazos al poder. En el palco, el Rey, el Principe y Zapatero están nerviosos. Berlusconi sonrie con sorna. Luis mueve el banquillo. Entra Güiza y se hace el milagro. A los 22´ de la 2ª parte, centro de Silva desde la izquierda y Güiza la enchufa desde la frontal del área pequeña anticipándose a Barzagli. !Viva NuriBer! Buffon se desespera y Donadoni sustituye a su central por otro clásico (Materazzi).Y en el minuto 81, cuando se vislumbra la prórroga, Torres recupera su aureola de delantero incapaz de marcarle un gol al Madrid y marra solo ante Buffon (¿te suena, Julito Salinas?). Y la contra siguiente de Italia acaba en corner. Lo bota desde la derecha del Piero, Materazzi entra al remate con todo, se lleva por delante a Marchena -rompiéndole la nariz de paso, ¿os acordais, Tassoti y Luis Enrique?- y Cassano, sólo en el 2º palo, remata el 1-2.Los últimos minutos son un festival de pérdidas de tiempo de Italia, desesperación de los jugadores, Luis chillando -y la dentadura cayendo-, los locutores televisivos y radiofónicos insultando al árbitro, a los italianos, al público y al imperio austrohúngaro.
Y España a la calle, como siempre. Y Luis también. Y Puyol y Torres y... ¿y si hubiese estado Raul?
Otra vez los fatídicos cuartos de final. Otra vez fuera. Otra vez jugamos como nunca y perdimos como siempre.
España llegaba a este partido con confianza, con euforia en el entorno. La goleada a Rusia (gran Villa), la victoria por la mínima ante Suecia (otro gol de Iniesta, ¿para cuando con el Barça?) y el intrascendente empate ante la ya eliminada Grecia (con minutos para los suplentes) hacían soñar a la hinchada de la roja en que esta vez sí, que se iban a superar los cuartos, vencer en semifinales y plantarse en la final.
El rival, la miserable Italia, clasificada en el último minuto, después de ser barrida por Holanda, haber vencido a Rumania con dos goles de Luca Toni y un empate en el tiempo de descuento de Panucci (¿cuantos miles de años tiene?) frente a Francia. Y clasificada por goal-average general respecto a Francia. Con Donadoni en el disparadero y críticas a la veteranía del equipo -¿cuando no han sido veteranos los equpos italianos?-, todas las apuestas daban a los transalpinos como víctimas propiciatorias.
Pero una vez en cuartos, lo mismo de siempre. Los nervios, la falta de oficio, la defensa descolocada, sin puntería en ataque, el árbitro que siempre nos roba... Para los que no hayan visto el partido, un breve resumen: España 1 – Italia 2
De entrada, debate en la alineación. Muchos jugones (Xavi, Iniesta, Cesc) y poco músculo frente a los leñeros italianos (Gattuso, Camoranesi). Pero, !juntos podemos! (ya no sé si este slogan es de España o del Madrid, tanto monta, monta tanto). El arranque del partido, lento, especulativo, sin ritmo, faltas continuas. El árbitro, el eslovaco Lubos Michel, un clásico, ha perdonado alguna amonestación a los italianos. Al filo del minuto 30, primera aproximación italiana: cabalgada por la banda de Zambrotta (sí, ya se que que cabalgada y Zambrotta parecían incompatibles, pero solo con el Barça), centro y remate de Pirlo desde la frontal. San Iker vuelva a salvar al Madrid!... digo a España.Al descanso, resultado igualado y España sin profundidad, perdida en el tiqui-taca de base azulgrana en el centro del campo.En la segunda parte, el partido se desborda. A los 5´, contraataque italiano que pilla a Puyol descolocado y Iaquinta -hoy formando pareja de gigantes con Luca Toni- nos clava el primero. Toca remontar. Llamada a la heroica, apelación a la raza y el orgullo. !A por ellos! Topicazos al poder. En el palco, el Rey, el Principe y Zapatero están nerviosos. Berlusconi sonrie con sorna. Luis mueve el banquillo. Entra Güiza y se hace el milagro. A los 22´ de la 2ª parte, centro de Silva desde la izquierda y Güiza la enchufa desde la frontal del área pequeña anticipándose a Barzagli. !Viva NuriBer! Buffon se desespera y Donadoni sustituye a su central por otro clásico (Materazzi).Y en el minuto 81, cuando se vislumbra la prórroga, Torres recupera su aureola de delantero incapaz de marcarle un gol al Madrid y marra solo ante Buffon (¿te suena, Julito Salinas?). Y la contra siguiente de Italia acaba en corner. Lo bota desde la derecha del Piero, Materazzi entra al remate con todo, se lleva por delante a Marchena -rompiéndole la nariz de paso, ¿os acordais, Tassoti y Luis Enrique?- y Cassano, sólo en el 2º palo, remata el 1-2.Los últimos minutos son un festival de pérdidas de tiempo de Italia, desesperación de los jugadores, Luis chillando -y la dentadura cayendo-, los locutores televisivos y radiofónicos insultando al árbitro, a los italianos, al público y al imperio austrohúngaro.
Y España a la calle, como siempre. Y Luis también. Y Puyol y Torres y... ¿y si hubiese estado Raul?


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