martes, 10 de junio de 2008

GASOL, ¿UN JUGADOR SOBREVALORADO?



Estoy francamente cansado de oir siempre la misma crónica: gran partido de Gasol (15-20 puntos, 8-10 rebotes, 3-4 asistencias)... antes seguida de la inevitable referencia a una nueva derrota de los Grizzlies, ahora una de las frecuentes victorias de los Lakers. Pero siempre “gran partido de Gasol”, bajo una lectura individual de los números, sin tener en cuenta el resultado del equipo (juegan 5, se visten 12, las plantillas son de 15), su impacto en el juego, la trascendencia de los momentos en que interviene, etc. Y al haber alcanzado LA las series finales de la NBA, el cansancio llega a hartazgo. Tras los dos primeros partidos, basta ya de papanatismo catalano-español-europeo: GASOL NO ES UNA ESTRELLA NBA, solo -y no es poco- un muy buen jugador.

Pero vayamos por partes. En primer lugar y ante todo, mi admiración por Pau, sin duda el mejor jugador español de basket de la historia -doble merito sin haber jugado en el Madrid-. Pero en el universo NBA no pasa de ser un muy buen jugador, lo que tampoco está al alcance de cualquiera. Pero no es una estrella, se pongan como se pongan algunos. Y para que quede claro que no es una cuestión de gustos ni manías personales, algunos elementos de reflexión para ver lo que separa a un auténtico All-Star de un aspirante a ello:



¿POR QUE PG NO ES UNA ESTRELLA?

– Liderazgo de un equipo ganador de verdad -de los que luchan por el anillo-: Gasol no tiene el nivel suficiente para crear sus propios tiros ni ocupa la posición en la cancha necesarios para tirar de un equipo ganador. En esta lista solo puede colocarse, de los jugadores actuales, a Kobe, James, Wade, Nash, Paul, Nowitzki, Garnett y poco más. Los anteriores han liderado repetidamente a sus equipos a la postemporada y han superado rondas de play-off. Pau lo máximo que ha podido, como jugador franquicia -que lo era, en Memphis- es alcanzarlos tres veces, sin ganar un puñetero partido. Ese 0-12 demuestra que ni el equipo ni él daban para más.

– ¿Referente ofensivo en los momentos calientes? ¿Cuántos partidos ha ganado Memphis o LA con una canasta de Pau en los últimos segundos? Aunque cueste recordarlo, fueron 3, en la última temporada que Memphis alcanzó el play-off. ¿Cuantos podemos recordar de los de la lista de arriba, por no ir más atrás y hablar de MJ, Bird o Magic?
Lo cierto es que frente a defensas agresivas -las de las jugadas decisivas- y con espacios reducidos, Gasol no es una referencia suficientemente fiable.

– Defensa sin intensidad, o “como un tapón esconde una pésima posición defensiva”: por falta de cuerpo suficiente -pese a la evolución física desde que llegó a la NBA, esa que cuando corresponde a otros jugadores americanizados los papanatas atribuyen a anabolizantes y cuando es de Gasol es que se lo ha currado un montón- y, sobre todo, por falta de ganas de “pegarse” con jugadores más potentes, Pau suele ceder fácilmente la posición. Algunas veces lo compensa con su interminable envergadura, colocando tapones que le otorgan una estadística más vistosa, pero mucho más falaz...

– Esperando los rebotes... o como maquillar una estadística: la diferencia entre ir a buscar un rebote (a un lado, Dennis Rodman o, por aquí cerca, Felipe Reyes) o esperar que caiga del cielo (al otro lado, PG) separa al reboteador efectivo del reboteador estadístico. Coger 5 rebotes en el último minuto de un partido que se gana por 20 -cuando en el rival juegan las castañas del fondo del banquillo tirándose piedras a ver quien mejora sus números- o cazar solo los fallos en tiros libres bajo la propia canasta -salvo cuando tira Shaquille, que entonces el rebote puede salir despedido-, permite arreglar la estadística, pero la clave está en los rechaces de los momentos calientes. Ahí Gasol se diluye, permitiendo a jugadores más pequeños quitarle balones clave.

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