lunes, 6 de octubre de 2008

CON PATATAS......

Se comió el Barça al At. Madrid, más pupas que nunca.

El partido tuvo poca historia, permitió el lucimiento de las virtudes blaugranas al tiempo que retrató las limitaciones colchoneras, especialmente la falta de concentración de los primeros diez minutos y la falta de capacidad de reacción posterior. A ello cabe unir, es justo decirlo, una nueva puesta en escena ambiciosa por parte del Barça, lo que empieza a ser una noticia ya repetida -especialmente importante tras el gris partido en Donetsk-, y un alto porcentaje de acierto cara al gol -esto sí es noticia-.

Lo cierto es que los pesimistas podrían decir que la victoria no tuvo mérito, ante un Atlético patético (Ujfalusi hospitalizado con fractura de cintura, la misma lesión que Alkorta), que recordó al que suele enfrentarse al Madrid y acaba habitualmente goleado. Pero no es menos cierto que el equipo de Guardiola buscó una y otra vez la puerta madrileña -al menos en el primer tiempo-, movió el esférico con gran velocidad e hizó disfrutar a la culerada. Y no solo eso, sino que se pudó disfrutar del virtusiosismo de las estrellas (Messi -¿donde estuvo el Kun?-, Eto -volvió el goleador letal, egoista hasta para tirar penalties-, Xavi -ayer sí pareció el de la Eurocopa-, Iniesta -pese a los dos postes-) y hasta del renacimiento de los proscritos (sensacional gol de Henry y gran presencia en el juego de Gudjohnsen -que habrá batido su record goleador, con 2 en 6 jornadas-).

Los optimistas podrán caer en la euforia. Pero lo mejor sería mantener la cabeza fria. El equipo ha corregido, en cuanto a resultados, el errático inicio (1 punto de 6), aprovechando un calendario en principio benévolo -no tanto los dos últimos partidos-. A nivel de juego, con altibajos, se evidencia una progresión en la aplicación de los conceptos que pregona el libro de estilo de Pep (esto es, posesión, bandas abiertas, presión en la salida del contrario, jugadas de estrategia... traje y corbata). Y en cuanto a la plantilla, parece que la dinámica del grupo es positiva, algunos que parecían perdidos apuntan recuperación, los nuevos van entrando, los jovenes empujan con fuerza... y todo ello !jugando sin portero!

Frente a lo positivo, persisten elementos que invitan a la prudencia: el equipo sigue siendo tierno -en construcción-, la fortuna se alinea de forma caprichosamente con Guardiola -los muchos postes se acaban viendo compensados con goles en el último minuto ((Español), remates imposibles (Guddy frente al Betis) o puestas en escena inmejorables (At. Madrid)-, los árbitros de momento muestran un respeto (3 penalties ya) que parecía pérdido, y las lesiones, de momento, son mínimas (Hleb). Como esto es muy largo, mejor no exagerar. Son tres puntos conseguidos de forma espectacular pero valen lo mismo que los tres que tiramos contra el Numancia. Disfrutémoslos, ahora que quedan dos semanas hasta la próxima jornada.

Por cierto, con las mismas patatas me como mis palabras tras la segunda jornada, donde me temía que el equipo, afectado por los malos resultados, nos abocara a una nueva temporada en blanco, descolgados en la clasificación desde el principio y apelando a la Champions. No hemos ganado nada -nadie lo ha hecho a estas alturas de temporada-, pero hemos recuperado la esperanza y hasta parte de la autoestima. Voto de confianza al equipo y al míster.

Y con más patatas me como mi pronóstico sobre la goleada merengue al Español. Que alegría para los culés poder celebrar que los pericos nos han hecho un favor. Encantado de haberme equivocado.

Así pues, empachado de patatas acabo la 6ª jornada, la que nos deja emparejados con el Madrid y con el mejor partido del Barça en los últimos años, ¿no, Johan?

OMERTA

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