martes, 30 de diciembre de 2008

ÑBA: NOTAS DE FIN DE AÑO

Por seguir con la rutina de hacer valoraciones a fin de año, creo que vale la pena repasar la trayectoria de los jugadores españoles en la NBA en lo que va de temporada. Solo un bimestre escaso (a 29/12 de hecho) equivale a unos 30 partidos -casi como la temporada regular de la ACB-, por lo que puede ya perfectamente hacerse un análisis justo, que quiere decir lo contrario de la mayoría de los que se hacen desde la pura pasión patriótica de buena parte de la prensa española.

Por orden de protagonismo en el juego:

– Pau Gasol
En su línea, consolidado en su papel de escudero de lujo -que no de superestrella- del crack del equipo (Kobe Bryant), jugando bastantes minutos (35, el segundo del equipo tras KB, veremos como llegan de fuerzas a los play-off) y manteniendo sus números habituales en puntos (17,4, el 2º del equipo) y rebotes (8,9, líder, por delante de Bynum).
En lo positivo, Pau sigue mostrando una notable capacidad de anotación y de pase, sin egoismo, doblando a los tiradores apostados en la línea de 3 puntos (Vujacic, Fisher, Walton). Ello le permite ser el 2º mejor en asistencias del equipo (3,7), por detrás del omnipresente BK y... !por delante del base (Fisher)!
En lo negativo, lo de siempre: blandito en defensa (lamentables sus 1,1 tapones, mínimo de su carrera) y falta de agresividad en ataque cuando los partidos se endurecen. El camino a seguir es el de los excelentes tres últimos minutos de partido frente a Celtics... después del traje que le hizo Garnett en los 45 anteriores, en que solo Kobe mantuvo el equipo a flote, con Pau desaparecido.
En cualquier caso, la excelente marcha del equipo (25-5 y sólido líder en el Oeste) hace obligado que en el All Star de Phoenix los Lakers tengan un par de representantes: asegurada la plaza de Kobe, solo Gasol puede acompañarle.
Ahora bien, el correcto comportamiento de Gasol hasta la fecha volverá a ser insuficiente en mayo-junio si no es capaz -y no creo que lo sea- de dar un paso adelante y asumir el liderazgo en el juego interior ante Duncan -cuidado con los Spurs- y Garnett. Si no lo hace, Boston cumplirá el repeat y los Lakers se cuestionarán el papel de Gasol en el equipo. De momento tiene crédito, pero si no llega el anillo, la afición y Kobe se sentirán defraudados.

– Jose Calderon
Su mejor temporada en lo individual y la peor del equipo en muchos años. Después de una campaña abrumadora de la prensa -de allí y de aquí- culpando a TJ Ford de todos los males de Toronto, resulta que con Calde al mando (36 minutos) y el refuerzo de Jermaine O´Neal, los Raptors van de mal en peor.
Sus números son excelentes en asistencias (8,7) y aceptables en puntos (13,0), y sus porcentajes han mejorado notablemente (44% en triples y 100% en libres), pero el equipo cae en picado (12-18) y marcha 11º de 15 en el Este, fuera de play-off y sin jugar a nada. Alguna responsabilidad tendrá el base del equipo. Creo que el juego cerebral y controlado de Calderón, que por contraposición al alocado de TJ Ford tanto fue alabado el año pasado, está falto de la chispa y del liderazgo anotador que el equipo necesita cuando las defensas rivales se cierran sobre Bosh y O´Neal. En tales circunstancias, con unos aleros irregulares y poco resolutivos (Bargnani, Parker, Moon), Calderón debería asumir más responsabilidad ofensiva y ser una referencia, una amenaza constante. Su obsesión por no cometer errores -solo 2,1 pérdidas- se traduce en falta de riesgo y, con ello, previsibilidad en el juego de Toronto.
Y por ello creo que no sería justo que Calderón participara en el All Star. El Este conserva algunas estrellas de la liga (Iverson, RIP Hamilton, Ray Allen, Paul Pierce, Vince Carter) y su nivel no alcanza al de jugadores con poco nombre fuera de USA, desconocidos para los opinadores de la prensa española que se empeñan en que el extremeño esté en Phoenix. ¿No merece mucho más una plaza Devin Harris, liderando (23,7 puntos, 6,4 asistencias) a unos Nets que marchan 15-15? ¿Es despreciable el rendimiento de Mo Williams (16,2 ptos, 4 asistencias) como escudero anotador de Lebron en unos imparables Cavaliers (26-4)? ¿Y Jameer Nelson, el jugón base de Orlando (24-6), promediando 17 ptos y 5,4 asistencias a la sombra de Superman Howard y Rashard Lewis?
Definitivamente no es el año de Toronto y Calderón no debe estar en el All Star, por más que la prensa española -por chauvinismo- y canadiense -por minoritaria- se empeñen en hacer campaña a su favor.

– Marc Gasol
Debut positivo, beneficiado por haber ido a parar a un equipo -por llamarlo de algún modo- falto de juego interior. Ello ha permitido a Marc disponer de minutos (28,8, 3º en el equipo) y coger experiencia.
Sus números en ataque son buenos (10,8 ptos., 3º en anotación), especialmente si se tiene en cuenta que el par de chupones -con mucho talento, pero chupones al fin y al cabo- que son Gay y Mayo absorben el 42% de todos los tiros del equipo y obligan al resto a buscarse la vida.
En defensa se defiende, si bien flaquea en rebote (escasos 6,8, si bien es líder de un equipo sin otro pivot que el fiasco Milicic -ahora lesionado- y ala-pivots pequeños (Hakim Warrick, Darrell Arthur)) y debería intimidar más (1,1 tapones, como su brother).
En cualquier caso Memphis auna, a la vez, lo mejor y lo peor para Marc. Un equipo sin norte (10-20 y sin posibilidades de play-off) y sin entrenador (!Iavaroni fuera ya!) pero que le permitirá hacerse con un nombre en la Liga sin demasiada presión. De alguna manera lo mismo que le pasó a su hermano al llegar al equipo de Tennessee. Acabarán dando gracias ambos al hecho de haber acabado en uno de los peores equipos, en una de las ciudades en que ningún yankee quiere jugar...

– Rudy Fernández
Impacto inmediato, participación asidua en la rotación (5º en minutos, con 25,5), rendimiento ofensivo (10,7 ptos., 4º del equipo)... y algunas sombras.
Rudy ha conseguido ganarse desde el primer día la confianza de McMillan -desmintiendo de paso la teórica animadversión hacia los españoles-, integrándose plenamente en la dinámica de juego alegre, agresivo, intenso, de unos jovenes Trail Blazers (19-12, en 6ª posición en el Oeste), liderados por dos estrellas emergentes (Brandon Roy y LaMarcus Aldridge). Pero corre el peligro de encasillarse en dos aspectos: lanzador compulsivo de triples (su buen 40% no debe ocultar que el 60% de sus lanzamientos son desde más allá del arco) o finalizador de alle-hoops de la Spanish-connection. Está muy bien para los highlights de NBA Action, pero el juego de Rudy tiene muchos más registros que debe mostrar sobre la cancha. Su reto debe ser convertirse en el jugador total que dominó la ACB el año pasado. Para ello debe crearse sus propios tiros y mejorar en rebotes (3,1) y asistencias (ridículas 1,9 para un buen pasador). Creo que es una cuestión de tiempo. Está en sus manos.
Solo un pero: ¿Quien ha sido el gili que le ha aconsejado grabar un video autopromocionándose para el all-star? ¿Por qué le ha hecho caso? ¿Será Rudy definitivamente tan creído como apuntó el año pasado en la Penya?

– Sergio Rodríguez
En su última temporada NBA. El año que viene le cortarán y el dirá que ya estaba harto. Pero la verdad es que después de tres años la excusa que el entrenador te tiene manía ya huele. Mira a Rudy.
Una vez consolidado como 2º base de un equipo con el base titular mas mediocre del Oeste (Steve Blake), con 15 minutos de juego, y ser incapaz de ir más allá de 4,2 misérrimos puntos (37% en tiro, con un 33% en triples) y 3,7 asistencias -y suerte que Rudy las pilla todas-, sin defender y perdiendo un montón de balones... El año que viene de vuelta en Europa.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

CAMPEONES Y MESSI FUERA...PRONTO!!

Se acabó. No hay rival. Esta Liga solo puede tirarla el Barça. Ni en el campo gafe y frente al rival mejor armado de la competición el Barça pierde su buena estrella y su solvencia.
Ya pueden preparar revisiones ridiculas del “Juntos podemos” o fichar a precio de estrella saldos de medio pelo -¿por qué Arsenal y Chelsea cerraron sus puertas a Diarra? ¿Por qué nadie en Europa había apostado antes por Huntelaar?-, que la Liga tiene ya campeón, y no solo de invierno.
El ritmo culé es inalcanzable. Es perfectamente factible sumar los próximos 18 puntos (a saber, Mallorca, Depor, Numancia y Sporting en el Camp Nou; Osasuna y Racing a domicilio). Aunque haya algún tropiezo, supongamos que solo se sumen 14 o 15. Nos plantariamos en la jornada 22 con no menos de 12 puntos sobre el segundo -probablemente Sevilla-, y con At. Madrid, Valencia, Villarreal y Madrid más alejados -forzosamente, ya que están pendientes enfrentamientos directos entre varios de ellos-. Faltarán entonces 16 jornadas / 48 puntos, en que Guardiola podría dosificar fuerzas, alternar jugadores y centrar esfuerzos en la Champions. Además, cuando un equipo mantiene un paso tan firme como el del Barça actual, son los rivales los que acaban perdiendo fuelle, más concentrados en ocupar plaza de Liga de Campeones que de seguir al líder. Por tanto, aunque Pep insista en controlar la euforia, su Barça merece todo el reconocimiento como futuro Campeón de Liga. La única emoción: ¿saber si se campeonará antes de jugar en el Bernabeu o lo hará allí mismo?

Y puestos a seguir ejerciendo de pitonisos, un órdago: Messi saldrá del Barça a final de la temporada 2009-2010 con destino a algún club de la Premier inglesa. ¿En qué me baso para tan aparentemente peregrina observación?
En varios hechos que se vienen acumulando en los últimos tiempos y que solo la bonanza general permiten que pasen desapercibidos. Siguiendo un orden cronológico:
– Messi creció como futbolista del primer equipo culé bajo la sombre e influencia de Ronaldinho y Deco; compartió vecindad con el primero y afición a las fiestas y escasa predisposición a la disciplina y el entreno con ambos, todo ello con la complicidad de Rikjaard. La marcha de unos y otro no fueron del agrado del argentino...
– Messi ansía el reconocimiento de su país de origen -aunque uno duda de su argentinidad, dada su nula locuacidad frente a la oratoria desenfrenada de sus compatriotas- y lo pone por delante del Barça. No nos engañemos. Da igual que el Barça lo sacase de la miseria, lo albergase y le pagase el tratamiento contra su enfermedad cuando llegó. Por encima de todo Messi quiere triunfar con Argentina. Solo así puede entenderse el empecinamiento en participar en los Juegos Olímpicos, dejando al club que le paga una fortuna -el mejor pagado de la plantilla, por cierto- en la estacada ante una incierta -en aquel momento- eliminatoria previa de Champions. Guardiola cedió con la esperanza de que Messi se sintiese confortable en el equipo y agradecido al míster. Pep tiene muchas virtudes pero quizá peca de romántico soñador. Él fue un jugador de la casa, identificado con el club y el país. Messi simplemente no.
– Messi busca su lucimiento personal y ello significa Balón de Oro, aunque todavía no ha entendido que Cristiano Ronaldo lo ha ganado por sus éxitos a nivel colectivo. Pero Lionel sigue a la conquista del gol imposible que de la vuelta al mundo, una vez replicado el de Maradona en México. Y por ello muestra un hambre desmesurado por marcar goles en lugar de pasar el balón, aunque en esto habiamos progresado... hasta hace dos partidos.
– El partido del Valencia y lo sucedido a continuación marcan el punto de inflexión en la relación entre Guardiola y Messi y, espero equivocarme, son el primero de los desencuentros que acabarán con la marcha del crack. Y es que pudiendo entender que en el fragor del partido Messi quisiese seguir humillando a Del Horno y que, por tanto, la sustitución no le sentase demasiado bien, creo que es inadmisible la actitud posterior: la no presentación al entrenamiento siguiente, la negativa a ejercitarse con los compañeros y el desafio que ello supone a la autoridad del entrenador, posteriormente ratificado con su sospechosa actitud frente a Madrid y Villarreal, alternando fases de desaparición -¿juega Messi?, nos preguntabamos- con otras de individualismo exarcebado, como queriendo demostrar a Pep que él es el mejor y que se pasa sus instrucciones por el forro de sus caprichos, constituyen una clara demostración del egoismo del jugador, solo interesado en su triunfo personal, su Balón de Oro y sus goles.

Y creo que Guardiola se ha equivocado en el tratamiento dado al tema: en los dos partidos siguientes, pese a su actuación muy por debajo de lo esperado, Messi no fue sustituido y en su lugar desfilaron Eto y Henry. Luego le otorga, camufladas de permiso a los viajeros de larga distancia, unas vacaciones más extensas que al resto de sus compañeros.
Mucho me temo que Pep ha empezado a ceder ante los desplantes de Messi. Con los resultados a favor, todo quedará en segundo plano. Pero cuando los mismos se tuerzan -no esta temporada sino la próxima, en que el culé soñará otra vez con ganar, arrasando, todos los trofeos-, cuando reaparezcan las lesiones, cuando los compañeros agraviados levanten la voz o, peor aun, se desentiendan del proyecto, el entrenador deberá lidiar con un entorno adverso, con las elecciones presidenciales en puertas y de nuevo la sensación de autodestrucción que es endémica del barcelonismo. Recordemos que Rikjaard controló exquisitamente un vestuario plagado de egos durante tres años para luego estrellarse -con la connivencia presidencial- víctima del pasotismo y la findolencia...
Espero equivocarme del todo -como ya hice cuando mostré mi escepticismo hacia la figura del Guardiola entrenador-. Pero la historia del Barça está plagada de casos similares. Dioses caídos, de la gloria al odio en un año. Lo mejor que podemos hacer es disfrutar de esta temporada que sí va a ser brillante y exitosa y desear que las especulaciones enfermizas del autor de estos comentarios no sean más que hipótesis nacidas de la delirante facilidad del culé recalcitrante para imaginarse infiernos dantescos incluso cuando todo parece ir bien. Como siempre, el tiempo dirá.
PS: ¿Qué hacian Laporta y un conocido economista amigo suyo famoso por sus estridentes americanas cerrando una discoteca -de la que era asiduo Ronaldinho-, acompañados por una periodista hija de otra periodista y ex-pareja de un periodista deportivo madrileño y una famosa ex-pareja de torero hijo no reconocido de otro torero? Las extrañas parejas...

lunes, 15 de diciembre de 2008

BARÇA, ANSIOSO; MADRID, MISERABLE

Se celebró el clásico y el Madrid queda a 12. El pasillo en el Bernabeu está más cerca.
Pese a que el resultado, más corto de lo previsto, deja una cierta sensación de insuficiencia por parte blaugrana, lo único cierto es que el partido del Camp Nou confirmó las distancias futbolísticas entre unos y otros.
El Barça fue víctima esencialmente de la ansiedad que, desde el público a la prensa, exigía una goleada vengadora. Pese a que Pep lo intentó toda la semana, no logró liberar al equipo de la presión, de la exigencia de ganar y golear, de arrasar al rival. Lo que no se ha exigido en toda la temporada -la goleada segura-, se convirtió en una necesidad más que en un premio. Ello redundó en que, con el paso de los minutos, la sensación de que el resultado no era el esperado se fuese adueñando de todos los estamentos culés.
Al margen de ello, dos factores se añadieron para dificultar las cosas. En primer lugar, una tendencia repetida a desarrollar los ataques por el centro, en parte provocado por la renuncia del Madrid a presionar las subidas frontales de Puyol y Touré, en parte por la excesiva tendencia ayer de Messi de tirar diagonales, sin desdoblar la banda Alves -al menos en la primera mitad-, y en generar del abuso del juego en corto y de conducción. En segundo lugar, el estado del terreno, mojado, algo resbaladizo, restó precisión a los movimientos en espacios reducidos, donde el virtuosismo es condición requerida para la culminación de las combinaciones.
Todo ello, sin embargo, se pudo superar por la fe del equipo en sus posibilidades. Pese a que el tiempo corría en contra difuminando la posibilidad del baño de goles, que los sustos proporcionados por el Madrid hicieron dudar por momentos al equipo -en el último tramo de la primera mitad- o que Eto´o fallase el penalty que parecía destinado a desencallar el partido, este Barça se caracteriza, a diferencia de tiempos no muy lejanos, por su perseverancia, por su hambre. Hasta Henry parece resucitado, Eto´o jamás desfallece, Alves no para y Puyol está en todas partes, incluso donde no se le espera. Y de este modo, pese a todo, el Barça acabó cumpliendo con los pronósticos, superando a un Madrid que soñó con la hazaña de salir imbatido de Barcelona.
Y es que este Madrid miserable puede sentirse muy satisfecho del partido. Consiguió evitar el bochorno de la goleada, que no es poco. Al margen de las connotaciones emocionales de un Barça-Madrid, el equipo merengue se mostró vulgar en lo futbolístico, comparable en su planteamiento táctico al que en su día utilizaron Numancia, Español o Getafe, abusando hasta la saciedad del juego duro sobre Messi, perdiendo el tiempo desde el primer minuto, encomendándose a un portero salvador -ayer sí Casillas fue providencial, mucho más que Valdés, para evitar la goleada- y limitándose a esporádicas contras. Es cierto que el Madrid llegaba diezmado por las lesiones, lo que no deja de ser gracioso en el club con el mayor presupuesto de la Liga y confirma la deficiente planificación de la plantilla. Pero la imagen, más allá de la apelación al orgullo y la raza -atributo por otra parte ya instalado en el código genético madridista-, fue de equipo pequeño y limitado, sin otro recurso que el cerrojazo defensivo y la dureza, de la defensa casi numantina y el contragolpe a ver si suena la flauta -espléndido, esta vez sí, Valdés-. Por que el Madrid tenía poco a perder. El paso de los minutos le beneficiaba al hacer inviable la goleada y cualquier derrota corta sería interpretada como el inicio de su despegue. Pues bien, si esto es a lo que aspiran, que lo celebren. A 12...

PS: Espero que todos los medios de comunicación que hace años pusieron el grito en el cielo por unas peinetas de Giovani en el Bernabeu hasta conseguir una sanción clamarán ahora por idéntico castigo para Casillas por sus insultos y corte de mangas incorporado. ¿O quizá el hecho de ser “poco odioso” para los rivales hará que no se le tenga en cuenta su conducta antideportiva...?

lunes, 8 de diciembre de 2008

Mejor que el Dream Team

Pues sí, sigue la fiesta y a lo grande. El Barça sigue arrasando a sus rivales jornada a jornada y aumentando las distancias. La progresión blaugrana es inversamente proporcional a la inseguridad de sus rivales (el Villarreal empieza a pinchar en casa reiteradamente, el Madrid cae fuera de zona Champions -y la semana que viene hasta los colchoneros lo superarán en la clasificación-, el Sevilla y el Valencia alternan victorias y derrotas) y estos caen rendidos a la superioridad del bloque de Guardiola. Solo las lesiones pueden frenar a este equipo. O no...

Por que viendo el partido contra los ches, sin el killer del área (Eto´o), sin uno de los dos jugadores más desequilibrantes en el uno contra uno (Iniesta) y con un irrelevante Messi -fue su peor partido de la temporada y el peor del equipo, sin duda-, la noticia fue que no se les echó en falta. El Valencia, haciéndose eco de las palabras de su entrenador, se presentó pensando que podía ganar. Con sus armas, con contras rápidas y encomendándose a Villa, lo intentó. Pero el equipo que tuvo enfrente lo aplastó, le ganó con algunas de sus armas (asfixia en el centro del campo, pelotas a la espalda de los centrales) y acabó provocando que algunos de susjugadores mostraran todas sus carencias (el ex-futbolística Del Jorno -Mourinho version- fue humillado y acabó desquiciado como hace años en Stamford Bridge; Joaquín confirmó que está más cerca de los 30 euros en que lo tasó Koeman que de ser “la finta y el sprint”; Albelda simplemente está acabado y solo le queda el recurso de la violencia que le ha adornado durante toda su carrera). Un baño con todas las letras. Con Henry y Hleb destacando en punta, Touré y Gudjohsen en el desgaste, Alves en todas partes. Los nombres anteriores no son los habituales destacados (Messi, Eto´o, Xavi) y ello da fe de la fuerza del equipo.
Es por ello que haciendo gala de mi doble condición de culé ciclotímico -ahora en fase de euforia desbordante- y de converso al guardiolismo más integrista me permito afirmar que este Barça está un paso por delante del Dream Team de Cruyff y del Barça de Ronaldinho y Rijkaard. Tal afirmación se sustenta en hechos objetivos. Si bien es indiscutible que aquellos equipos ganaron muchos títulos (4 Ligas + 1 Champions + 1 Recopa + 1 Copa del Rey el primero; 2 Ligas + 1 Champions el segundo) y este todavía no -es imposible a estas alturas-, sí hay elementos que mejoran a aquellos equipos que enamoraron al culé:

Equilibrio: el Dream Team se caracterizó por aquello de marcar un gol más que el contrario, por preferir ganar 5-4 que 1-0. Su estructura defensiva era subsidiaria de su vocación ofensiva y no pocas veces dió lugar a accidentes (6-3 en Zaragoza o2-3 y eliminación frente al Spartak Moscú, por citar algunos episodios de la época más gloriosa de aquel equipo). El equipo de Rikjaard, en sus dos años de éxitos, supuso una adaptación a un fútbol mucho más exigente en lo físico, y lo hizo en base a la presión de sus puntas sobre la salida de balón. Ahora el equipo de Guardiola parece obsesionado por igual en golear como en no encajar. La elección de la defensa tiene en cuenta las características de los delanteros contrarios -por ello, por ejemplo, Puyol volvió al centro de la defensa en detrimento del más lento Piqué- y el centro del campo se ha reforzado con jugadores de amplio recorrido en lo físico (Touré, Busquets y Keita, además de Gudjohnsen) que compensan la desventaja de jugadores como Xavi, Iniesta o Messi.
Trabajo táctico: tras años de despreciar el juego de estrategia alegando que es el arma de los equipos pequeños, hoy el Barça es capaz de ejecutar faltas ensayadas, corners con sentido e incluso Pep se permite apuntar que falta trabajar más los fueras de banda. Aleluya. Por fin un poco de exigencia. Personalmente siempre me ha dado la sensación que Cruyff -y sus ayudantes, con Charly a la cabeza- y Rikjaard odiaban trabajar la estrategia porque ello requiere de mucho trabajo en el campo de entrenamiento, de reiterar movimientos hasta que salen bien. Y ambos entrenadores eran más del estilo de dejar libertad al talento y, para que engañarnos, trabajar más bien poco -ellos los primeros-.
Tiempo y recursos: Cruyff tardó dos años en construir un equipo admirable y tuvo dicho margen gracias a los títulos de Recopa -Sampdoria- y Copa del Rey -Madrid- y la paciencia de Núñez. Además pudo ir incorporando piezas de forma sucesiva (Bakero, Txiki, Goiko, Salinas, Laudrup, Koeman, Stoichkov, Nadal, Romario, etc) hasta arrasar.
En el caso de Rikjaard, tras un primer año experimental -solo solventado a partir de la llegada de Davids y con Ronaldinho como único faro-, el equipo deslumbró a partir de la segunda temporada, con la incorporación de Eto´o y Deco, la consolidación de Márquez y la consolidación de jugadores de la cantera (Xavi, Puyol, Iniesta, Valdés) como columna vertebral.
Ahora Pep ha conseguido que el mundo del fútbol se rinda ante su proyecto solo en tres meses, tras superar las dudas iniciales -que duraron dos partidos- y sin apenas incorporaciones de relevancia -aunque hay que reconocer que de Alves a Zambrotta media un abismo; que de Piqué a Thuram hay distancia, y no solo en años; que Busquets es sólido donde Edmilson navegaba-, recuperando a jugadores a los que la mayoría queriamos fuera del club (Eto´o, Márquez) o que considerabamos inservibles (Gudjohnsen, Henry, Abidal), soportando lesiones (Iniesta o el inédito Milito)... En definitiva, trabajando con la plantilla, introduciendo rotaciones con el objetivo de disponer de jugadores más frescos. El número de lesiones musculares ha caído en picado respecto a los últimos años. Seguro que hay algo de fortuna. Pero mucho más de trabajo físico, de dosificación, de mentalidad positiva, de particularización de las cargas de trabajo.Y ahora el Madrid. Aunque Guardiola sea enemigo de la euforia, este equipo ilusiona tanto al culé que es justo que soñemos con humillar al eterno rival, al que, recordemos, no derrotamos en casa desde el 3-0 del clamoroso despiste de Roberto Carlos ante Eto´o. Si nos atenemos a la lógica futbolística, el sábado se encontrara un equipo en un crescendo continuo (3 al Sevilla, 4 al Valencia... ¿5 al Madrid?) con una banda descompuesta, entre lesiones -¿mala fortuna o preparación inadecuada?-, sanciones -mejor que falte Robben, un peligro siempre que no está lesionado, aunque una lástima que Messi no pueda bailar a Marcelo- y un entrenador pidiendo a gritos que lo despidan. Sobre el papel solo puede haber un ganador, que debería imponerse claramente. Solo espero que, por una vez, si es posible, se intente machacar al rival, sin contemplaciones. Como primera parte de la venganza por la humillación del tunel y goleada posterior de la temporada pasada. Ah, y la segunda parte de la venganza, el 3 de Mayo. Para entonces quedarán 15 puntos en juego. Este sábado la diferencia puede ser de 12. Con solo 3 más, pasillo en el Bernabeu. Soñar es gratis, pero además, en este caso, justificado.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

QUE SIGA LA FIESTA



Pasó el Barça por Sevilla y se rindió toda la prensa andaluza. El conjunto azulgrana demostró, en uno de los campos más exigentes, frente a uno de los gallitos de la competición, que definitivamente vive instalado en un nivel superior, atemorizando a los rivales a golpes de efectos (goleadas por doquier, autoridad en la Champions, mono de trabajo en campos embarrados) y superando contratiempos (lesión de Iniesta, empate en casa ante Basilea o Getafe) que en otros tiempos pudieron provocar zozobra.

Una vez más cabe reconocer a Guardiola como auténtico artífice del milagro. Con una plantilla corta en efectivos -sigo poniendo cirios a todos los santos por la musculatura de Messi-, sin fichajes de relumbrón -salvo Alves- y con muchos jugadores heredados de los dos años más ultrajantes de las dos últimas décadas, ha conseguido recuperar el buen juego y los mejores resultados, la ilusión del culé -ahora solo falta que llenemos el Camp Nou- y la admiración general. Sinceramente, los escépticos tenemos que retractarnos, flagelarnos públicamente si hace falta y reconocer que a la habilidad para diagnosticar situaciones y el conocimiento del club se une, en el caso de Pep, una claridad de conceptos futbolísticos y una notable capacidad de toma de decisiones que, aun y con tintes cruyffistas -en ciertas alineaciones pintorescas- consolidan su prestigio como entrenador.


Hasta donde llegará el respeto que levanta este Barça que hasta los árbitros lo respetan. La temporada pasada el choque entre Piqué y Kanoute hubiese sido señalado como penalty. Este año, ante la duda, se barre para el equipo que destaca. El año pasado, cuando el equipo daba tumbos, cualquier árbitro de medio pelo se atrevía (gol fantasma en Huelva, lamentable actuación de Pérez Burrull sumándose a la celebración del título merengue en el Bernabeu -por cierto, el mismo individuo que perdonó tres o cuatro penalties en la derrota blanca en Getafe-, etc.). Cuando el viento sopla a favor hasta los árbitros ayudan...

Llegados a este punto y en vistas que el pronóstico de hace quince días va camino de cumplirse, preparémonos para empezar a oir que esta Liga es muy floja, que no hay equipos de nivel, que ni Liga de las estrellas ni nada, bla, bla, bla. El pobre recurso de los que hace cinco jornadas se ilusionaban con cinco equipos casi empatados en la clasificación. Lo cierto es que si el Barça cumple en sus dos partidos de casa (sendas victorias) y saca un simple empate en Villarreal solo existirá emoción por saber si el Madrid le hará el pasillo al Barça antes del duelo en el Barnabeu -apunten, 3-Mayo- o si será el día elegido para una nueva goleada que proclame matemáticamente campeón al Barça...

Y mientras el Barça se pasea, el Madrid sigue con su via crucis. Fuera de la Copa, a una eliminatoria de quedar fuera de la Champions y en puertas de perder la Liga. Con un entrenador pidiendo que lo despidan -¿como puede entenderse si no que diga que no duele ser barrido por el Getafe o que el resultado es corto?-, con una plantilla en descomposición en lo moral -jugadores enfrentados, falta de respeto en el cesped- y en lo físico -¿cuantas lesiones a estas alturas?-, sin jugadores de referencia que tiren del equipo, con un portero que se las traga -no preocuparse, seguirá fijo en la selección, incluso con Raul, protegidos por el guardia civil chusquero Del Bosque y Bubu “no sabes como jodernos” Hierro-, un presidente haciendo el ridículo con sus fichajes frustrados -Kaka, Cesc, Cristiano Ronaldo- y con los realizados -Robben, el otro Overmars- y un secretario técnico -Pedja- que hace bueno a Txiki -ya es méritorio, ya-. Casi como el Barça... del año pasado. Que siga la fiesta.

Y el Español va cumpliendo los vaticinios que hice a finales de septiembre, cuando el Barça les dió un baño de juego y solo la fortuna y el árbitro impidieron que les ganaramos con mayor claridad. En aquel momento, con el Español bien clasificado tras su positivo arranque, pronostiqué que a final de temporada llorarían. Van camino de ello. Un club sin proyecto, con un presidente al que se le perdonan todas las sandeces y meadas fuera de tiesto del mundo por que es un simpático dicharachero berbechero, un entrenador -el saliente- que pretendía jugar al ataque con una plantilla cuya columna vertebral la componen un portero con los dos pies fuera del club -¿Barça?-, un central prometedor lesionado (Pareja), un organizador tan brillante -solo en ataque- como ausente -¿alcanzará los 10 partidos este año?- y un delantero acabado que ya no marca ni de penalty no puede aspirar a gran cosa. Si no cambian las cosas, a sufrir y confiar en el gol de Corominas -jugador de 2ª división, cuya continuidad solo se explica como pago por los servicios prestados en forma de goles salvadores, estilo Belleti- en el último minuto. Entre la marcha deportiva, la crisis económica y los accesos por construir, más vale que no inauguren todavía el nuevo estadio -por cierto, ¿cual es la marca global que va a dar su nombre al estadio?-. Así, al menos, Sanchez Llibre podrá seguir sin marcharse...